18/11/2017

Argentina

Víctor Hugo: "El poder necesita liquidar las voces que le incomodan"

Tras ser despedido por la nueva administración de la señal C5N, el renombrado periodista se refirió en una entrevista al carácter fuertementee político" de su silenciamiento y el de 3500 periodistas "que antes podían trabajar, y ahora no." También advirtió sobre la "concentración brutal de voces en los medios hegemónicos."
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Víctor Hugo lamenta una inédita avanzada contra la libertad de expresión en la Argentina.

Luego de anunciar que fue despedido de la señal C5N de manera abrupta por no alinearse con la línea de los nuevos propietarios de la señal, el periodista Víctor Hugo Morales recibió innumerables muestras de apoyo que lamentaron además la ausencia de una voz imprescindible para enfrentar la concentración histórica de poder de los grupos dominantes y gobernantes en el país.


El diálogo con Página/12, Víctor Hugo recalcó el carácter eminentemente político de su salida de la televisión, que ya casi no reserva espacios para periodistas críticos del Gobierno, de la crisis por la que pasan más de 3 mil trabajadores de prensa que se han quedado sin trabajo en los últimos años y de la encarnizada persecusión hacia los que piensan distinto del discurso político y social dominante.


“Previsible. Me comunicaron que me han DESPEDIDO de C5N. Emocionadamente GRACIAS a todos dentro y fuera del canal, que me regalaron un año y medio de felicidad profesional. ¡Viva la libertad de expresión!”. Así contó ayer por la tarde Víctor Hugo Morales que había sido echado del canal en el que lideró el rating con su programa El diario, superando casi diariamente a su competidor directo, TN, en la franja horaria de 18 a 21.


Tuvo que hacer el anuncio por Twitter, ya que el canal no le permitió hacer un último programa de despedida. El holding mediático al que pertenece C5N era propiedad de Cristóbal López y Fabián de Souza y fue adquirido el mes pasado por OP Investments, un fondo de inversiones radicado en Estados Unidos.


A cargo del nuevo managment está Ignacio Jorge Rosner, un financista que compartió estudios con Mauricio Macri en el Colegio Cardenal Newman, que entre 1985 y 1995 fue Manager de Sideco Americana –empresa propiedad de la familia Macri–, y que luego trabajó por más de dos décadas en el Grupo Clarín: fue director de la empresa de telefonía móvil CTI, director del grupo y director del diario cordobés La Voz del Interior, sucesivamente.


Ahora, su nombre fue el único que le mencionaron a Morales al anunciarle su despido, por considerar su presencia “irreconciliable con la nueva línea del canal”. “Me llamó un administrativo, a quien yo conocía del grupo anterior, porque fue el que un año y medio atrás vino a mi casa para contratarme, con una relación de dependencia”, contó el periodista a Página/12.


“Me citó en Radio 10, y la reunión no duró más de diez minutos. Me dijo que la nueva empresa entendía que mi presencia era irreconciliable con lo que ellos quieren hacer con el canal, y que por lo tanto habían decidido despedirme. Pedí hacer el último programa, prometiéndoles que, salvo la inevitable mención a lo que ya venía diciendo con respecto a la falta de libertad de expresión, me iba a manejar en términos correctos. Me dijeron que en todo caso podía grabar una despedida, lo cual me resultó inaceptable", describió.


El jueves pasado el periodista tampoco había estado al aire por el paro que cumplieron los trabajadores de gremio de televisión, en reclamo de aumento salarial. En el caso de C5N, a esto se suma un estado de asamblea permanente ante la fala de pago de salarios y pago en cuotas que venían sufriendo sus trabajadores.


Esta situación hace a Morales analizar de manera un tanto particular su situación, a horas de su despido: “Creo que en el vientre de esta pésima noticia para mí, está la posibilidad de dar un poco de alivio a la situación de enorme preocupación que viene teniendo toda la gente del canal. Con esta decisión, han puesto en blanco sobre negro que hay una nueva empresa. Me resulta aliviador pensar que de este modo el resto de los trabajadores podrá recibir sus sueldos en tiempo y forma, ahora que los nuevos propietarios se están haciendo cargo, y de este modo: asumiendo una decisión de este peso político, porque esto excede lo periodístico”, analiza el periodista, que seguirá al frente de las mañanas en AM 750, radio parte del Grupo Octubre.


Morales ubica su despido en un marco general alarmante que atraviesa el gremio de prensa todo en la Argentina, y por eso prefiere presentarse como “el 3501”, dado que se calcula que unos 3500 trabajadores de prensa han perdido sus fuentes de trabajo en los últimos años. “Hay una especie de eclipse de la república muy doloroso, un avance sobre la libertad de expresión que solo pueden negar los necios o los serviles. La democracia ha entrado en una opacidad y eso es muy dramático. Mi caso puede ser resonante, como lo fue el de Roberto Navarro (despedido de C5N y Radio 10 poco antes de la salida del Grupo Indalo). Pero hay otros 3500 periodistas que antes podían trabajar, y ahora no. Hay 3500 voces menos en la Argentina. Y hay un intento de disciplinamiento, una persecución atroz. Lo peor es que no va a parar acá”, asegura.


–¿A qué se refiere?


–A la concentración brutal de voces en los medios hegemónicos, a las pautas escandalosas que estos mismos medios obtienen, al tiempo que los que no se alinean con el poder son atosigados con la falta de pauta, incluso incumpliendo la ley. Mi conclusión es que esta empresa me echó buscando una especie de salvataje, la posibilidad de una continuidad para esos cuatrocientos trabajadores que quedan.


–Lo que está describiendo tiene sentido lógico, pero es el fin del periodismo…


–Es el fin de muchas cosas. Porque esto no puede salir del contexto que se da en el mismo día en que (Héctor) Magnetto finalmente consiguió echar al camarista que había dicho que lo de Papel Prensa fue un delito de lesa humanidad. En el contexto de Milagro Sala presa, con su tremenda y dolorosa carta de hace unos días. En medio del desapego total a los códigos procesales, después de lo que ha ocurrido con Amado Boudou, con Julio De Vido, de la cacería desatada contra Cristina Kirchner y su familia… es muy brutal todo, y sí, es el final de muchas cosas.


–¿Qué piensa hacer ahora?


–Por el momento parar la pelota, darme tiempo para procesar todo esto. Como dije, el asunto es fuertemente político, en la medida en que se conecta con las necesidades de un poder real y un poder político concentrado como nunca en la Argentina, que necesita liquidar las voces que le son incómodas. Ellos ahora tienen que pasar este mal trago, y se animaron a dar este paso, pero saben que después, teniendo todos los medios hegemónicos trabajando en equipo, el tiempo los va ayudar, porque pasan los días y los temas pasan. Como van pasando los días con Milagro Sala presa, y pasa, y pasa… Es un poco angustiante pensarlo así, pero hay algo de verdad en eso, y ellos juegan sus cartas contando que tienen el tiempo a su favor. Digo esto y al mismo tiempo pienso que el alerta ciudadano con estos temas puede despertarse, mientras ellos cometan el sostenido error de su comportamiento impune. Porque a veces parece que nos adormeciéramos, en un manto de olvido, en esa calma chicha, esa sensación de cosa juzgada. A veces cuesta avizorar el camino, sentimos que estamos dentro de una nebulosa tremenda. Pero también es cierto que mientras exista la capacidad de lucha, mientras haya ciudadanía y agallas, mientras estemos vivos, queda viva una llama de esperanza. (PáginaI12)




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