01/03/2018

El mundo

Luego de un terrible ataque terminó siendo candidata en Italia y símbolo de las víctimas de violencia

Su novio le había quemado la cara con ácido. Se trata de Lucia Annibali, una abogada de 40 años que no se da por vencida, decidió dedicarse a luchar contra la violencia machista y por ello aceptó lanzarse como candidata en Parma en las elecciones legislativas del 4 de marzo.
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Si bien fue una lucha muy dura, Annibalí está lista para ponerse al frente de la causa.

Su vida cambió en cuestión de segundos una tarde de abril del 2013, cuando la desfiguraron con ácido por orden de su ex novio. Después de esa atrocidad, Lucia, una abogada de 40 años que no se da por vencida, decidió dedicarse a luchar contra la violencia machista y por ello aceptó lanzarse como candidata en Parma (norte de Italia) en las elecciones legislativas del 4 de marzo.

En una campaña dominada por el tema de los inmigrantes y la inseguridad, Lucia Annibali, nacida en Urbino (centro), representa el rostro de la violencia de género, del acoso, la persecución y las amenazas que padecen muchas mujeres.

"Esperamos que una mujer que ha demostrado tal capacidad para volver a comenzar la propia vida sepa utilizar ese potencial para la política", asegura Enrico Bruschi, dueño de una farmacia del centro de la ciudad.

En la encantadora ciudad de Emilia-Romagna, bastión histórico de la izquierda, Lucia Annibali se presenta bajo la bandera de la formación de centro izquierda, el Partido Demócratico, actualmente en el poder.

"Después de aquel ataque me puse a pensar en la mejor manera de reorientar mi vida", confiesa a la AFP, la mujer que se ha convertido en un símbolo de valentía y resistencia.

"Tenía que hacer un mejor uso de mi oficio como abogada y entendí que el compromiso político podía ser el correcto", dice.

La decisión de presentarse en Parma resultó más fácil de lo que pensaba: le debe a esa ciudad la vida, la salvaron cuando la internaron en el pabellón de quemados la tarde del 16 abril de 2013 después de que dos albaneses, a los que su ex novio había pagado 2.000 euros, le lanzaran ácido sulfúrico en la cara.

"Sentía que mi cara se corroía, no podía dejar de gritar, sentía miles de burbujas en mis mejillas, y recuerdo que pensé quitarme la pequeña chaqueta de cuero que vestía para evitar que se dañara, como si eso fuera importante", rememora.

La investigación judicial llegó rápidamente a la verdad y en 2016 un tribunal condenó al ex novio, Luca Varani, a 20 años de cárcel y a los albaneses a 12 años de prisión cada uno.

Desde finales del 2016, Lucia Annibali trabaja como asesora del ministerio para la Igualdad de las Mujeres y las Oportunidades, que desde el inicio le manifestó su cercanía y solidaridad.

"Estoy lista para algo nuevo", asegura la abogada, que se ha sometido a veinte intervenciones para tratar de reconstruir la cara, que a pesar de todo sigue llevando las marcas de la agresión.

Desde el inicio, la abogada ha permitido que le tomen fotografías con los ojos hinchados e irritados, los injertos de piel, los labios carcomidos.

Basado en su vida, un filme para la televisión logró casi cinco millones de telespectadores.

"Mi vida ha cambiado positivamente" tras la agresión, reconoce Lucia.

"Es que recuperar la vista, como me acaba de pasar, o aprender de nuevo a comer, son todas conquistas que te hacen apreciar la vida y su verdadero valor", explica con tono vital.




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