La atacaron a la salida de una escuela y quedó con una costilla rota

Este viernes los padres de los alumnos de tercero, quinto y sexto grado de la escuela primaria "Tomás Liberti" de Quilmes Oeste no mandarán a sus chicos a clase. Es en solidaridad con la maestra Cintia Sampedro pero también en repudio a la inacción de las autoridades del establecimiento, que no informaron ni denunciaron las amenazas que desde hace por lo menos tres meses recibía la docente agredida.

Hace dos días alrededor de las 17, a la salida del turno de la tarde, la maestra se retiró en su propio auto pero solo pudo alejarse un par de cuadras. Al llegar a la esquina de Bombero Sánchez y Vicente López otro vehículo le bloqueó el paso. Lo ocupaban dos hombres que no reconoció pero solo bajó uno de ellos. No le dijo nada, fue directo a atacarla. La golpeó en la cara y en el abdomen. Tan brutal fue la paliza que hasta le fisuró una costilla.

Unas horas antes, Sampedro había denunciado al papá de uno de sus alumnos por amenazas. "Le arrancaría la cabeza a cualquiera que se cruzara en el camino de su hijo", le había dicho el hombre la semana pasada. El disparador de su violenta reacción había sido una nota que la docente le escribió en el cuaderno de comunicaciones advirtiéndole sobre una mala contestación del chico. El padre no recibió de buena manera el llamado de atención. "Sabían (la directora y la vice), que Cintia venía siendo amenazada por el padre de uno de sus alumnos. Incluso le pintaron el auto; el viernes fue a realizar la denuncia pero la dejaron sola. Pensamos que la denuncia la debía haber realizado la directora hace ya mucho tiempo", dijeron los padres que durante el día de ayer se manifestaron en la puerta del establecimiento educativo.

Sin embargo, no hubo hasta ahora ninguna respuesta de las autoridades. La maestra agredida ya fue dada de alta, aunque seguirá unos días más de licencia antes de reincorporarse a sus tareas. Investiga el caso el fiscal Alejandro Ruggeri.