El efectivo iba de civil cuando fue sorprendido por tres ladrones que le dispararon para que detenga la marcha. El menor fue abandonado luego en el hospital, donde se comprobó su fallecimiento.
El efectivo había finalizado su trabajo en el Grupo de Prevención Motorizada, pero continuaba manejando un taxi. Trasladaba a una enfermera cuando lo increparon los delincuentes.