La unidad aloja a delincuentes de entre 18 y 25 años y cuenta con cuatro módulos que incluyen celdas, talleres, un polideportivo y aulas con capacidad para 480 presos.
Hoy es la última visita programada antes de que la jueza decida a qué cárcel serán enviados los acusados en caso de ser condenados y si estarán juntos o separados.
La fiscalía, el abogado de la familia de la víctima y la defensa de los acusados expondrán sus fundamentos con relación a las condenas y penas que pedirán a los ocho rugbiers.