Argentina quedó convulsionada tras descubrirse la existencia de un río venenoso en su territorio. Lo que sobrevive a sus aguas, queda de color verde. Proteger los ríos es vital para asegurar la supervivencia de múltiples especies, incluida la humana, y para aminorar los efectos del cambio climático. Los ríos ocupan un lugar privilegiado en el marco de la biodiversidad. Proveen hábitats para una extensa variedad de especies de plantas y animales. De hecho, muchas de ellas son de carácter endémico y dependen en exclusiva de estos ecosistemas fluviales.
La degradación de los ríos genera pavor, puesto que puede derivar en una importante pérdida de la biodiversidad y la alteración de ecosistemas que dependen de ellos. Por otra parte, los ríos mantienen los ciclos hidrológicos. Es decir, contribuyen a la recarga de acuíferos y a la conversación de los ciclos hidrológicos, que son esenciales para la Tierra. Además, son fuentes invaluables de recursos, dado que proveen agua para el consumo humano, la agricultura y la industria. De hecho, muchos ríos ya se están utilizando para producir energía hidroeléctrica.
Siguiendo esta línea, los ríos actúan como reguladores del clima incidiendo sobre los patrones de precipitaciones y ayudando a conservar los niveles de agua en tiempos de sequía. No obstante, el cambio climático también supone un riesgo para los ríos, ya que tiene el poder de modificar sus flujos y provocar fenómenos extremos como inundaciones y sequías.
Lo que está pasando con este río de Argentina impacta: temen por el futuro
Tras descubrir la temida energía negra en un pequeño río, Argentina vuelve a estar en el ojo del huracán por lo que se avistó en una de sus corrientes naturales de agua. La imagen asombrosa de carpinchos verdes en la orilla argentina del río Uruguay en la provincia de Entre Ríos quedaron impregnadas en las pantallas de los celulares de los turistas, que quedaron asombrados con lo sucedido. Esta especie de roedor apareció cubierto de una pátina verdosa generada por cianobacterias.
Este fenómeno no es algo nuevo. Se repite cada año, pero cada vez lo hace con mayor intensidad a causa del calentamiento global. Esta vez, generó la cobertura de una gruesa capa verdosa en las costas del embalse de la represa binacional de Salto Grande, en la frontera de Argentina y Uruguay. El escenario no podía ser más desolador. Olor a podrido en el ambiente, peces sin vida en la orilla y capibaras envueltas en un llamativo color verde.
Argentina toma medidas contra esta bacteria que lo tiñe todo de verde
Esa fue la estampa que se vivió en los balnearios de la zona, que se vieron alcanzados por la floración de cianobacteria, potencialmente tóxica. En altas concentraciones su presencia puede volverse destructiva y hasta tóxica para la humanidad. Por eso, se recomienda que los testigos del fenómeno eviten el contacto. Al menos 15 municipios de la provincia de Buenos Aires lanzaron la alerta en febrero de este año para la detección temprana.
Las cianobacterias, también conocidas como algas verdeazules, corresponden a un grupo de microorganismos procariotas que hacen una fotosíntesis oxigénica. Pese a su denominación, no hablamos de algas, sino de bacterias con capacidad para producir su propio alimento a partir de la luz solar, desprendiendo oxígeno en el proceso.
Esenciales, pero tóxicas: así son las algas encontradas en el río venenoso de Argentina
Se cree que estas bacterias tuvieron un rol clave en la oxigenación de la atmósfera terrestre hace 2400 millones de años, un momento de la historia al que se apodó la Gran Oxidación. Estos microorganismos pueden hallarse en diferentes hábitats: océanos, lagos, suelos, desiertos y aguas termales, entre otros. Ciertas especies crean colonias visibles, pero otros viven como células individuales.
Algunos expertos las utilizan para el despliegue de biotecnología, agricultura y producción de biocombustibles, pero también pueden ver acompañadas de problemas ambientales. Bajo determinadas condiciones, como exceso de nutrientes y temperaturas altas, pueden surgir de manera descontrolada y crear floraciones algales, que generan toxinas nocivas para el ser humano y la fauna acuática.
Vía comunicado, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) informó que “este fenómeno, conocido como ‘verdín’, suele ocurrir durante el verano debido a las altas temperaturas y puede manifestarse en diferentes cuerpos de agua”. Sea como fuere, este río venenoso de Argentina ha logrado captar la atención del mundo entero, que aún trata de asimilar el riesgo que corre la Patagonia.