La comunidad científica descubrió algo de no creer. Se trata de un ave fénix del tamaño de 10 Tierras, que sacude por completo al ámbito astronómico tal como lo conocemos hasta hoy. Este objeto contaba con su propia estela de fuego y fue descubierto muy cerca del Sol durante el pasado domingo. En este marco, los profesionales estudian sorprendidos este gran hallazgo, que representa un antes y un después en la ciencia.
El Laboratorio de Astronomía Solar del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia pudo divisar este pájaro de fuego a través de sus telescopios. Entre los detalles más sorprendentes se encontraba su gran tamaño. Es que solo el ala de este animal mide alrededor de 150 000 kilómetros. Se trata de una dimensión impresionante, que multiplica abruptamente el de nuestro planeta.
La misteriosa imagen captada llamó la inmediata atención de los astrónomos del mundo, quienes intentaron encontrarle explicación al hallazgo de este objeto con forma de ave fénix. De acuerdo a las primeras sugerencias, el fenómeno podría ser tan solo un efecto óptico o una manifestación de la actividad solar. Esto es algo que podría explicar la dimensión monstruosa de este llamativo descubrimiento.
Todas las vistas puestas en el Sol
Otra teoría respecto a esta “ave fénix” la dio el físico nuclear Evgueni Anpilogov, quien cree que el objeto en cuestión podría ser una prominencia. ¿Qué es esto? Una eyección de masa coronal de un material solar relativamente frío que fue expulsado a la magnetosfera de la estrella. “Se ve cómo esta corriente de partículas cargadas se aleja del Sol, abandonado sus límites”, declaró ante la RBC.
Este tipo de fenómenos tienen lugar por la actividad solar, que está alcanzando su pico en la actualidad. De acuerdo a sus declaraciones, entre 2025-2026 será la temporada en la que se verá una mayor acción por parte de esta estrella, debido a que en esos años se cumple un ciclo natural de 11 años, conocido como el ciclo de Schwabe. Esta actividad no representará un peligro para la Tierra, debido a que la emisión no será dirigida directamente hacia nosotros.
El hecho de que las emisiones no estén dirigidas a nuestro planeta, hace que el fenómeno sea más visible. Esto se debe a que no hay nada que interfiera con los campos electromagnéticos de la Tierra, por lo que los telescopios brindan una mejor imagen y permite a los profesionales obtener más información sobre estos llamativos hechos que representan un gran descubrimiento en el ámbito astronómico.
Los fenómenos que llaman la atención de los científicos
Los objetos gigantes en el espacio, como este con forma de ave fénix, ofrece pistas sobre mecanismos internos del Sol y los patrones de su comportamiento magnético. Es por eso que los científicos ponen mucha atención sobre estos fenómenos y se hace tanto eco de ello cuando se detectan con precisión. En este caso, la herramienta más importante son los telescopios LASCO, que resultan muy útiles para la observación constante y son claves a la hora de entender estas imágenes misteriosas.
Otro ejemplo de un hallazgo que dejó perplejos a los científicos es la reciente llamarada de clase X, registrada en el Sol. Se trató de un fenómeno muy grande, que tuvo una duración de 17 minutos, algo bastante alejado de lo normal. Ante la aparición de esta insólita actividad, la comunidad científica comenzó a prestar más atención a la dinámica del astro, para así poder anticipar posibles impactos satelitales y de comunicación.
El universo a veces puede sorprender, incluso a aquellos que dedican su vida a estudiar las dinámicas de los astros. En este caso, el mundo quedó estupefacto ante el objeto con forma de ave fénix que supera por 10 el tamaño de la Tierra. La sorpresa no se debe solo al impresionante tamaño de la misteriosa imagen, sino del parecido a este animal mitológico que tiene tanta vinculación con el Sol.