Un nuevo descubrimiento cambia por completo la percepción que hoy en día tenemos del universo. Es que nos muestra una puerta a lugares inimaginables y nos hace entender que estamos conectados con todo. Dicho hallazgo representa un gran avance en los estudios sobre el Sistema Solar, ya que derriba la teoría de que estamos en un espacio aislado y nos pone en medio de una red infinita universal.
Los científicos lograron este hallazgo alucinante después de un exhaustivo trabajo de investigación, en el que pudieron descubrir que existe una puerta que nos conecta con todo el cosmos. Se trata de algo físico, real, muy lejano a la teoría conocida como los agujeros de gusano, que es una idea muy utilizada en películas de ciencia ficción. Los investigadores califican este descubrimiento como una “autopista galáctica”, que marca un nuevo paradigma en el universo.
Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de una autopista galáctica? A un lugar que nos mantiene conectado con el resto del cosmos y nos confirma que el sistema solar no es un espacio único y finito, sino que puede expandirse mucho más allá. Esta puerta, que se habría creado hace más de 14 millones de años, nos brindaría accesos a lugares a los que nunca imaginamos llegar.
El punto de conexión con el resto del cosmos
Un equipo de profesionales del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre es quien hizo este impresionante hallazgo. En su descripción, hablan del descubrimiento de una cavidad de gas ionizado que rodea al Sistema Solar, llamado Burbuja Local Caliente. Dentro de ella, pudieron detectar un túnel al que consideran una puerta cósmica, que atraviesa dicha burbuja y nos proyecta hacia la constelación Centauro.
En este espacio, el gas puede desplazarse con mucha menor resistencia través del medio interestelar, llegando de un lugar a otro sin problemas. Dicho canal se suma al Canis Major, otro túnel descubierto recientemente, los cuales sugieren la existencia de una red interconectada de túneles cósmicos. Es por eso que los investigadores lo califican como “una autopista galáctica” para la energía y la materia.
Según detallan los informes de la investigación, estas redes podrían haberse formados por antiguas explosiones de supernovas, la actividad generada por estrellas jóvenes y por vientos estelares hace 14 millones de años. La combinación de todos estos factores podrían haber dado lugar a la creación de este espacio cósmico, que es uno de los tantos puntos de conexión con el resto del cosmos.
Lo novedoso de este hallazgo
Si bien el hallazgo de este túnel podría considerarse un hallazgo sin precedentes, lo más novedoso de esto es la imagen tridimensional obtenida por eROSITA, un telescopio de rayos X lanzado al espacio por el instituto anteriormente nombrado. Esto deja en evidencia que el avance científico será crucial para avanzar con nuevos descubrimientos en la investigación espacial.
La imagen tridimensional adquirida en esta investigación es muy importante, ya que nos permite obtener información sobre su extensión hacia los polos y las diferencias térmicas significativas entre el norte y el sur. Y en cuanto al túnel cósmico, nos deja entrever que el universo cuenta con un espacio de intercambio de energía con distintas regiones del espacio, lo que es verdaderamente sorprendente e inimaginado.
Una sospecha que puede ser real
Esta investigación hace sospechar a los investigadores sobre el hecho de que la Vía Láctea está llena de estas estructuras conectadas, que formaría una red infinita cósmica. Hasta ahora, los científicos dieron con dos túneles que cuentan con características similares, que permiten que el flujo de energía se transporte entre las distintas regiones del espacio: el Canis Mayor el de la Burbuja Local Caliente (LHB).
Otro paradigma que cambia completamente con este impensado hallazgo es la visión que se tiene sobre la LHB, que lo saca del lugar de “estructura aislada”, para redefinirlo como “un nodo en una vasta red galáctica”. Esto conforma una ruta de ida y vuelta de materia y energía a través del universo cósmico, algo que hace tan solo unos años nunca nos hubiéramos ni imaginado.