La carrera por la conquista del cosmos comenzó hace décadas. La llegada de los humanos a la Luna marcó un punto de inflexión en la historia y abrió un portal que nunca más se volvió a cerrar. Después del primer momento de fascinación ante la hazaña tecnológica y ese gusto por haber logrado lo que antes creíamos imposible, otros acontecimientos tuvieron lugar. Desde la multiplicación de misiones con distintas agencias espaciales del mundo hasta numerosos hallazgos. Pero nadie esperaba esto. Acaban de firmar un Decreto Lunar.
Nadie quiere quedarse atrás
La ambición por conquistar nuevos territorios atraviesa desde siempre a la humanidad. No es nada nueva la idea de que los países más poderosos realizan este tipo de maniobras, una y otra vez a lo largo de la historia. La premisa general señala que ocupar o dominar un nuevo territorio resulta especialmente estratégico, ya que significa estar un paso más adelante que los demás. En este sentido, en la carrera espacial actual se repite lo mismo.
Sin dudas, de la misma manera que en cualquier competencia, nadie quiere quedarse atrás. Por el momento, si bien existen múltiples agencias importantes como la europea ESA, la rusa Roscosmos o la japonesa JAXA, entre otras, que mantienen un trabajo constante apuntando a la exploración y conquista de este espacio, hay dos que van a la cabeza. Se trata de China con CNSA y Estados Unidos con la NASA. Pero esta nueva jugada nadie la esperaba.
En su momento, en la década de los 80, alguien comenzó a vender parcelas en la Luna, a partir de un supuesto vacío legal, y muchas personas empezaron a comprarlas. Pero esto es otra cosa. El presidente de uno de los principales competidores está dispuesto a todo para llegar primero y acaba de firmar un llamativo decreto que sorprendió a todos. El mismo establece objetivos claros y una primera reglamentación que tiene como escenario principal la Luna.
La firma de un decreto polémico
Una vez más, el presidente Donald Trump se encuentra en el ojo del huracán con la firma de un decreto, por lo menos, polémico. La intención, según las propias palabras del documento, es fijar como objetivo la concreción de un nuevo alunizaje en el año 2028 para afirmar el liderazgo estadounidense en el espacio. Asimismo, también agrega que apuntan a sentar las bases para el desarrollo económico lunar, además de preparar el viaje a Marte.
El documento fue publicado de manera oficial por la Casa Blanca la semana pasada. En el mismo se contemplan una serie de medidas que debe seguir el país con el objetivo de imponerse frente a sus competidores espaciales como China. Asimismo, apunta de lleno a reforzar la seguridad espacial y a desarrollar la economía particular en este sector. También remarca como prioridad la construcción de una base lunar permanente para 2030.
En esta dirección, con el objetivo de garantizar la presencia humana sostenida a largo plazo, la investigación científica de forma continua y el funcionamiento de la base en general, otro punto que señala el documento es el necesario despliegue de fuentes de energía nuclear, tanto en la superficie lunar como en la órbita terrestre. Según los planes, hacia fines de la década tendría que estar listo el desarrollo de un reactor lunar de superficie.
Un retraso más y una acumulación de fracasos
La orden ejecutiva fue emitida unas horas después de la asunción como administrador de la NASA de Jared Isaacman, luego de un llamativo período de idas y venidas donde el organismo quedó solo con responsables interinos. Según indica el Decreto, la NASA contará con 90 días para desarrollar un plan que permita avanzar con los objetivos. Mientras que, con la fecha prevista en 2028, Estados Unidos suma un retraso más. Además, a esto se suma la seguidilla de fracasos durante el 2025 con el proyecto Starship de Elon Musk, la nave pensada para lograr la gran hazaña. En este contexto, la carrera puede salirse de control y todo podría cambiar.