Próximamente, los tucumanos verán en el circuito financiero y comercial los primeros billetes de $10.000, la más alta denominación impresa hasta ahora, con el propósito de agilizar las transacciones. Representantes de diferentes bancos en la City confirmaron la recepción de las primeras partidas que estarán en circulación de inmediato. Sin embargo, para usar estos billetes en los cajeros automáticos, será necesario esperar al menos hasta la segunda mitad de julio. Esto se debe a que las entidades financieras deben adaptar la operatividad de los nuevos billetes, ajustar los cajeros al gramaje y también a la lectura completa de las medidas de seguridad del papel.
Los billetes han estado circulando a nivel nacional desde el martes pasado, cuando el Banco Central anunció la distribución gradual de las partidas en las sucursales bancarias de todo el país. Este billete cuenta con las imágenes de Manuel Belgrano y María Remedios del Valle, heroína de la Guerra de la Independencia, en el anverso; y una representación artística de la escena de la Jura de la Bandera realizada el 27 de febrero de 1812, en el reverso. El retrato de Belgrano es de una obra atribuida al artista francés François Casimir Carbonnier, mientras que la representación de la heroína proviene de la obra «La Capitana», realizada por la artista argentina Gisela Banzer.
Este billete de $10.000, al igual que el de $20.000 con la imagen de Juan Bautista Alberdi, que estará en circulación en el último trimestre del año, facilitará las transacciones entre los usuarios, hará más eficiente y menos costosa la logística del sistema financiero y permitirá reducir significativamente los costos de adquisición de los billetes terminados, según explicaron desde la autoridad monetaria nacional. Ambos billetes pertenecen a la familia «Heroínas y Héroes de la Patria», anunciada en mayo de 2022.
El Banco Central recomendó a la ciudadanía tomar todas las precauciones necesarias para evitar la circulación de billetes falsos. Por eso, recordó las siguientes medidas de seguridad:
– Marca de agua: en el sector blanco, al observar el billete al trasluz, se perciben los retratos de María Remedios del Valle y Manuel Belgrano, así como las iniciales de sus nombres en tono claro.
– Hilo de seguridad aventanillado: un hilo de seguridad color rojo está incrustado en el billete y se revela en tres «ventanas». El hilo muestra un efecto dinámico al mover el billete. Al observarlo al trasluz, se ve como una banda continua y se aprecia la sigla BCRA.
– Tinta de variabilidad óptica: este motivo cambia de color, del dorado al verde, al inclinar el billete, y presenta un efecto tridimensional dinámico. La imagen latente -las letras «RA» se pueden apreciar al observar el billete con luz rasante- y el motivo de complementación frente-dorso -al observarlo al trasluz, se completa el motivo y aparece el valor «10.000»- son otras de las medidas de seguridad del nuevo billete.
El billete cuenta con identificación para personas con discapacidad visual: en los bordes verticales se puede sentir el relieve del lineado de las barras paralelas.
La emisión de billetes de mayor denominación había sido solicitada desde hace varios años por el sector empresarial. Durante la gestión presidencial del justicialista Alberto Fernández, la excusa para no hacerlo era que dicha decisión implicaba un reconocimiento de la alta inflación que se había observado durante esa administración debido a la emisión monetaria. Con Javier Milei, se reconoció que la sustitución de billetes de mayor denominación contribuiría a mejorar las transacciones. Por eso, se ordenó la impresión de la primera tanda en China.
Hace una década, el billete de mayor denominación en el bolsillo de los argentinos era de $100. En 2014, su valor equivalía a U$S 9, casi lo mismo que el billete de $10.000 cotizaría hoy en día tomando como referencia la cotización del mercado libre. Desde que se anunció su emisión, en enero pasado, ya ha perdido un 40% de su valor de compra, debido a la actualización de los precios de la economía en Argentina.