La extensa sesión de Diputados marcó un triunfo inicial para La Libertad Avanza en la aprobación de la Ley Ómnibus y el paquete fiscal. Ahora, el foco se traslada al Senado, donde el oficialismo enfrenta un panorama inicialmente favorable para muchas de las propuestas, pero con puntos críticos que podrían complicar la aprobación definitiva, especialmente en lo que respecta a la reinstauración del impuesto a las Ganancias.
Si bien los gobernadores jugaron un rol fundamental en la Cámara baja, su importancia se incrementa ahora. En esta segunda etapa, el oficialismo está particularmente atento a cinco de ellos: Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro), Hugo Passalacqua (Misiones) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
Ya se han establecido vínculos con todos ellos. El ministro del Interior, Guillermo Francos, quien es el principal enlace de la Casa Rosada con los mandatarios, expresó su confianza en que los gobernadores “instarán” a que la normativa sea aprobada en el Senado. Además, destacó que ya han estado en conversaciones con ellos y algunos líderes de bloques. Recientemente, la vicepresidenta Victoria Villarruel y “el jefe” Karina Milei mantuvieron una reunión para afinar la estrategia.
Los números en el Senado son ajustados. El kirchnerismo cuenta con 33 votos, pero se necesitan 37 para rechazar el proyecto. Además, cualquier modificación a la iniciativa obligaría a que vuelva a la Cámara de Diputados.
Desde las provincias reconocen que la influencia de los gobernadores en Diputados no se traduce necesariamente en el Senado. Por ejemplo, en Catamarca, aunque el gobernador Raúl Jalil cuenta con tres bancas, no tiene un control directo sobre todas ellas. En Tucumán, la situación es similar, ya que Osvaldo Jaldo está apoyando la iniciativa, pero su antecesor, Juan Manzur, mantiene una relación tensa con él.
En cuanto a las provincias patagónicas, donde los votos son cruciales, se espera que los senadores puedan convencer a sus colegas para obtener su apoyo en temas sensibles como el impuesto a las Ganancias. En definitiva, el destino del proyecto en el Senado depende en gran medida de la habilidad del oficialismo para negociar con estos líderes provinciales.