Sitas acusa al gobierno tucumano de llevar a cabo una campaña de persecución

El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) sigue en huelga indefinida, exigiendo un aumento salarial acorde con la inflación. Este sindicato se destaca por no haber firmado un acuerdo salarial en marzo y ha estado protestando desde el año pasado. 

Julián Nassif, secretario general de Sitas, acusó al Sistema Provincial de Salud (Siprosa) de actuar de manera discriminatoria y limitar la libertad sindical en respuesta a las acciones de protesta.

Nassif mencionó que se han descontado sueldos a un delegado regional y afirmó que los miembros de otros sindicatos enfrentan dificultades al intentar unirse a Sitas. También acusó a la Asociación de Trabajadores de la Salud Argentina (Atsa) y a algunos miembros de Siprosa de obstaculizar las renuncias y denunció descuentos no autorizados de las cuotas sindicales de los trabajadores.

Aunque las negociaciones salariales se reiniciarán en julio para el segundo semestre, Sitas ha decidido no firmar ningún acuerdo debido a la falta de progreso en las conversaciones con las autoridades desde marzo. Nassif destacó que el sindicato ha participado en todas las reuniones a las que ha sido invitado y que la semana pasada se reunieron para presentar sus principales demandas.

Compromisos incumplidos

Nassif hizo hincapié en los compromisos incumplidos por parte del Gobierno, como la falta de nombramiento de jefes de servicio, la recategorización de trabajadores socio-sanitarios y conductores de ambulancias, y la deuda del gobierno con el personal de salud. 

También recordó la suspensión de la cláusula gatillo en 2021 y los subsiguientes descuentos salariales. Sitas insiste en que el salario es una de sus principales preocupaciones, citando los bajos salarios de los médicos y la considerable diferencia entre los distintos niveles. 

Nassif informó que el salario inicial para un médico recién ingresado es de entre $290.000 y $300.000, mientras que el nivel D, considerado como referencia, es de alrededor de $200.000, una cifra que está por debajo de la inflación.

Nassif reconoció que el sistema de salud se encuentra en crisis, con una disminución de los recursos humanos y los servicios de salud trabajando al máximo de su capacidad. Subrayó que, a menos que los salarios superen el umbral de la pobreza, el personal continuará abandonando el sistema de salud.