07/08/2023

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Papa Francisco concluyó exitosamente la Jornada Mundial de la Juventud en tierras portuguesas

Más de un millón de fieles se reunieron para despedir al Papa y escuchar sus palabras sobre inclusión en la Iglesia.

Frente a una marea de 1,5 millones de peregrinos, el Papa Francisco dirigió el domingo la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, donde brindó un reconocimiento especial a las víctimas de abusos sexuales. Instó a los jóvenes a avanzar sin temor y enfatizó que la Iglesia acoge a todos.

Entre los vítores de una multitud que entonaba "¡Esta es la juventud del Papa!", el Pontífice experimentó su último contacto masivo antes de concluir esta edición de la principal reunión internacional de católicos. En español, Francisco dirigió a los jóvenes que aspiran a cambiar el mundo y luchar por la justicia y la paz: "No teman".

Una muchedumbre se reunió para saludar al papa Francisco. Tanto en la vigilia del sábado como en la eucaristía del domingo, en un amplio espacio adyacente al río Tajo, se congregaron 1,5 millones de personas, según informó el Vaticano. En su discurso, Francisco también se refirió a la guerra en Europa: "Siento un gran dolor por la querida Ucrania. Permítanme, amigos, compartir con ustedes un sueño que llevo en mi corazón, el sueño de la paz".

Luego de un extenso recorrido en el "Papamóvil", Francisco presidió la misa desde un imponente altar que dominaba el recinto a las afueras de Lisboa. Allí, rodeado de fieles que agitaban banderas y unos 10.000 sacerdotes, concluyó la ceremonia. Antes de finalizar, Francisco reveló una incógnita tradicional, anunciando que la próxima sede de este gran evento sería Seúl, marcando un movimiento desde la frontera occidental de Europa hacia el Lejano Oriente. 

"Esto es un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia", subrayó. Después de la misa, el Papa se reunió con los 24.000 voluntarios que habían participado en la organización de esta edición de la Jornada Mundial de la Juventud, la cual había sido pospuesta un año debido a la pandemia, antes de emprender su regreso a Roma.

Desde los 500.000 peregrinos que asistieron a la misa de apertura el martes en el Parque Eduardo VII, la participación aumentó hasta alcanzar un millón y medio de fieles en la vigilia del sábado por la noche y en la misa de despedida del domingo en el Parque Tejo.

Investigación de abusos sexuales en la Iglesia

El Papa arribó a Portugal en medio de un escenario convulsionado por las revelaciones de una comisión independiente que, en febrero pasado, expuso la existencia de al menos 4.800 víctimas de abusos sexuales perpetrados contra menores dentro de la Iglesia portuguesa. 

Estas víctimas buscaban no solo justicia y reconocimiento, sino que también expresaban críticas hacia la respuesta de la Iglesia portuguesa y la ausencia del tema en la agenda oficial del encuentro.

En su primer día en Lisboa, durante un discurso dirigido al clero local, el Papa solicitó a la Iglesia de Portugal llevar a cabo una "purificación humilde y constante" con respecto a este escándalo, y exhortó a que las víctimas "siempre sean acogidas y escuchadas". 

Horas después, el Papa Francisco se reunió en privado con 13 víctimas de abuso sexual, a quienes pidió disculpas en nombre de la institución. A pesar de este gesto, las víctimas recalcaron que consideran insuficiente esta acción.




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