06/09/2023

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El Papa Francisco recibió al nieto 133 en una audiencia especial en el Vaticano

El Sumo Pontífice respondió al contexto delicado tras un acto negacionista y polémicas expresiones.

El Papa Francisco extendió su saludo al nieto número 133, quien pudo recuperar su identidad gracias al incansable trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. Este joven es el hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, y nieto de Nélida Navajas

El gesto de reconocimiento tuvo lugar al finalizar la Audiencia General en la Plaza San Pedro del Vaticano. El Papa mostró su aprecio por el nieto recuperado y su familia después del tradicional encuentro con los fieles de los miércoles, marcando su regreso a la plaza vaticana tras el receso estival europeo.

El nieto número 133, cuya identidad se confirmó a finales de julio, estuvo acompañado por parte de su familia y por la monja francesa Genevieve Jeanningros, sobrina de Leonié Duquet, una de las religiosas francesas desaparecidas en 1977. 

Este encuentro se enmarca en una serie de audiencias que el Papa ha tenido con Abuelas y Madres de Plaza de Mayo desde el inicio de su pontificado, incluyendo encuentros privados con figuras destacadas como la fallecida presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; la titular de Abuelas, Estela de Carlotto; y la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida.

La historia del nieto número 133, hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho

La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la restitución del nieto número 133, quien lleva un apellido icónico vinculado a la lucha revolucionaria en Argentina y es parte de una familia que sufrió duramente durante la última dictadura militar: los Santucho. Este joven es hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho y es el menor de la destacada familia santiagueña. 

El nieto recuperado es también sobrino de Mario Roberto Santucho, líder del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), y nieto de la cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Nélida Gómez de Navajas, quien falleció en 2012.

La historia conmovió a todos los presentes durante la conferencia de prensa donde se anunció esta noticia. Miguel Santucho, hermano del nieto restituido, se emocionó al hablar y destacó que "en el mismo momento en que me enteré de que habían encontrado a mi hermano, él expresó el deseo de conocerme". 

La historia del nieto número 133 comenzó cuando Cristina Navajas y Julio Santucho se conocieron. Cristina nació en Buenos Aires y se dedicó a la docencia, graduándose como maestra en el Normal N°1 antes de estudiar sociología en la Universidad Católica Argentina.

Fue en la universidad donde conoció a Julio César, el hijo más joven de la familia Santucho, y ambos comenzaron a militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). "Cristina militó en Avellaneda y al momento de su secuestro era docente en las escuelas del PRT, donde enseñaba historia", se explicó en la conferencia de prensa. 

La familia paterna de los Santucho estaba compuesta por diez hermanos, entre los cuales se encontraba Roberto "Roby" Santucho, fundador del Partido Revolucionario de los Trabajadores en 1965 y líder del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

Desde muy joven, Julio César Santucho fue enviado a un colegio interno

Por otro lado, desde muy joven, Julio César Santucho fue enviado a un colegio interno y estuvo a punto de convertirse en sacerdote. Sin embargo, su vida dio un giro cuando conoció a Cristina Navajas. Se casaron en 1971 y dieron la bienvenida a su primer hijo, Camilo, en 1973, seguido de su segundo hijo, Miguel, en 1975. El 13 de julio de 1976, mientras Cristina estaba en las primeras etapas de su tercer embarazo, fue secuestrada.

"Mis familiares de la rama paterna, los diez hermanos Santucho, enfrentaron consecuencias por su militancia, principalmente debido al papel de Roby", comentó Miguel "Tano" Santucho en una entrevista con PulsoNoticias.

El día del secuestro de Cristina, ella tenía una carta dirigida a Julio en la que le contaba sobre la posibilidad de un nuevo embarazo, carta que lamentablemente nunca llegó a enviar. En el lugar donde se llevaron a Cristina también se encontraban su cuñada, Manuela Santucho, y Alicia D’Ambra, otra militante del PRT. Esta carta se convirtió en la primera pista para Nélida Gómez de Navajas, la abuela de Miguel y miembro de Abuelas de Plaza de Mayo, quien falleció en mayo de 2012 sin conocer el paradero de su nieto.

Gracias a los testimonios de varios sobrevivientes, se pudo determinar que Cristina estuvo detenida en los Centros Clandestinos de Detención "Automotores Orletti", "Proto Banco" y en el "Pozo de Banfield". Después de años de lucha y búsqueda incansable, finalmente se logró encontrar al nieto número 133, quien ahora espera reunirse con su padre y sus hermanos. "Lo que estoy experimentando no tiene nombre, y deseo que todos los que están en búsqueda puedan vivir algo similar", expresó Miguel, mientras su padre añadió, "Hoy finalmente pude abrazarlo".

Durante el anuncio de la recuperación, Claudia Carlotto, la presidenta de la CoNaDi, resaltó que los Santucho fueron "una familia extensa marcada por el terrorismo de Estado y una historia de resistencia". "Entre los detenidos, asesinados y exiliados, los Santucho suman casi veinte personas, con diez de ellos aún desaparecidos y un niño o niña que aún se busca", subrayó la funcionaria nacional.

Es importante destacar que Julio Santucho, el padre del nieto 133, es actualmente el presidente del Instituto Multimedia Derechos Humanos en América Latina y el Caribe, que organiza el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos. El hijo más joven de la familia tenía un destino diferente planeado, ya que inicialmente se encaminaba hacia el sacerdocio, pero su hermano Mario Roberto impidió que siguiera ese camino. "Tuve una batalla intensa para que no ingresara al Seminario", relató Julio Santucho, quien se encontraba en Italia en el momento de la desaparición de Cristina Navajas.




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